Contracturas
musculares
Las contracturas musculares no se forman repentinamente, sino que, por lo general, se forman después de:
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Permanecer por mucho tiempo en posturas en las que se esfuerzan demasiado ciertos grupos musculares.
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Hacer esfuerzos físicos para los cuales la estructura muscular no está preparada.
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Vivir con falta de descanso y relajación durante el día y aún al dormir.
¿Por qué se genera una tensión o contractura muscular?
Cuando al cuerpo se lo exige más para lo cual está preparado, después de utilizar la energía almacenada en las fibras musculares, recurrirá a utilizar una reserva de energía llamada Acido Láctico para poder satisfacer esa mayor demanda.
Si este proceso se repite frecuentemente, las fibras comenzarán a endurecerse, formándose así las contracturas. Al principio, las contracturas se manifiestan con sensaciones de incomodidad, ansiedad, ardor, pesadez o fatiga.
Por lo general, se considera que son normales y se irán solas, o bien, por diferentes motivos, no le ponen atención y aprenden a convivir con ellas durante toda la vida.
Las contracturas, además de disminuir el confort y la eficiencia, generan con el tiempo dolores y hormigueo, al comprimir los nervios y dificultar la circulación sanguínea y linfática.
Disminuyen, además, el rango de movimiento de las articulaciones, modifican posturas y hacen más propenso el cuerpo a generar desviaciones posturales y lesiones en los ligamentos (distensiones y esguinces) y en los músculos(calambres, desgarros).
la presoterapia relaja contracturas
y tensiones musculares.
Las contracturas se sienten como durezas en las fibras y, al presionarlas, podrá sentirse alivio, incomodidad o dolor, dependiendo del grado de presión que se ejerza en éstas.