
Colocar almohadas
al descansar
11.5.1 Posturas y uso de almohadas :
Dormir boca arriba
Esta postura, cuando está bien ajustada, favorece la alineación natural de la columna, distribuye el peso de manera equilibrada y reduce la presión en caderas y hombros.
También permite una respiración amplia y uniforme.
11.5.1.1 La almohada para la cabeza y el cuello
La elección de la almohada es clave: debe tener la altura justa para sostener el cuello y dar descanso a la cabeza, manteniendo la columna cervical alineada con el resto de la columna vertebral.
Esto evita presiones articulares desiguales y tensiones musculares innecesarias.
Las almohadas ortopédicas o ergonómicas son las más cercanas a esa medida ideal que cada persona necesita.
El problema es que, en la mayoría de los hogares y hoteles, las almohadas suelen ser grandes y muy infladas. Cuando se colocan bajo el cuello, elevan la cabeza en exceso, llevándola a una postura de flexión (barbilla hacia el pecho).
Esto:
· Rectifica la curvatura cervical natural.
· Comprime articulaciones y discos cervicales.
· Genera tensión muscular en cuello y hombros.
· Puede reducir la circulación sanguínea hacia la cabeza.
· En casos más marcados, incluso dificulta el flujo hacia brazos y manos, provocando hormigueos o entumecimiento nocturno.

11.5.1.2 Uso de almohadas debajo de las rodillas
Las almohadas grandes que no son adecuadas para el cuello pueden aprovecharse bajo las rodillas.
Al flexionar levemente las rodillas:
· Disminuye la lordosis (curvatura lumbar) y se reduce la tensión en la zona baja de la espalda.
· Relaja los músculos lumbares y de la pelvis.
· Mejora la circulación sanguínea y linfática de las piernas y pies.
· Si se utiliza un almohadón más grande o varias almohadas bajo las pantorrillas, los pies quedan alineados rectos hacia el frente, evitando que caigan hacia afuera o hacia adentro por el peso de las sábanas o mantas.
Esto reduce la tensión en caderas, rodillas y tobillos, y proporciona una sensación de descanso más uniforme en todo el tren inferior.

11.5.1.3 Apoyo para los brazos y hombros
En caso de molestias en hombros, se pueden colocar almohadas pequeñas bajo las manos, con las palmas hacia arriba, o bien con las palmas apoyadas sobre el pecho, abdomen o pelvis.
Lo importante es que los hombros permanezcan descendidos y cercanos al colchón, sin quedar suspendidos ni en tensión.Las personas con hernias de discal, dolor lumbar, problemas en caderas o rodillas y trastornos circulatorios en piernas y pies, suelen experimentar gran alivio con este sistema de apoyos, ya que la postura reduce las presiones y favorece el retorno venoso y linfático.
del Libro Hábitos Posturales.
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Colocación del almohadón
1
Coloca el borde de la almohada grande o almohadón a la altura de tu hombro,
y contáctalo con el cuerpo.

(o almohada grande)

2
Dóblalo por la mitad con la otra mano y junta los extremos.
3
Si lo colocas de esta forma el efecto del mismo podrá generar un efecto de tracción o descompresión de la columna a nivel lumbar, de las caderas y de las rodillas.
Así darás descanso y relajación a esa zona.





